20.6.11

UN PROFETA QUE ABRE NUEVOS CAMINOS A LA MUJER


En Sanlúcar de Barrameda los niños son atendidos en el colegio de los padres Escolapios mientras que algunas niñas sólo pueden recibir una mínima formación en las llamadas "escuelas de amigas".

Faustino se siente urgido por el Espíritu que le concede corazón de samaritano y ojos de profetas y le hace descubrir la situación de abandono e ignorancia en que vive la mujer y la necesidad que tiene de que alguien la guíe, desde la infancia, por el camino de la promoción humana y cristiana y le abra horizontes de cultura y fe.

Como José de Calasanz, se deja interpelar por la realidad y se siente la llamada de Dios a un
nuevo servicio. Contando con la aprobación de sus Superiores, funda el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, el 12 de Enero de 1885, con el espíritu y estilo pedagógico de S. José de Calasanz.

Convencido de la importancia de la mujer en la familia y en la sociedad y para
evitar que la inocencia del corazón se pierda entre las tinieblas de la ignorancia", propone una educación integral que abarque la formación del cuerpo, de la inteligencia y del corazón, una completa promoción de la mujer para hacerlas buenas cristianas, buenas hijas, buenas esposas, buenas madres y miembros útiles de la sociedad de la que deben formar un día la parte más interesante".


Faustíno Míguez entiende que la mujer es el alma de la familia, comprende su importancia en el hogar y en la sociedad.